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Anónimo
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Esto pasó hace ya mucho, yo talvez tendría unos 13 o 14 años, todavía estaba en la secundaria y a diferencia de mis compañeros de clase yo era el más “sano”, también veía porno y me mandaba unas cuantas pajas al mes, pero no podía compararme con los demás, ellos eran mucho más despiertos y algunos de ellos ya ni eran vírgenes. Ocurre que dentro de mi clase estaba Rodrigo, el era atractivo y alto por lo que varias chicas de otros salones estaban detrás de el, Rodrigo no era tonto ni mucho menos santo, muchas veces lo habíamos visto besarse con diferentes chicas dentro del colegio, además no era secreto que las veces que escapaba al baño era para manosearse con sus amigas y si tenía suerte algo más. A pesar de que yo era tranquilo no me sobresaltaba cuando escuchaba sus anécdotas o lo que las demás personas decían sobre él, ya lo tenía normalizado hasta ese día.
Ocurre que en un cambio de clases terminé escapándome al baño, yo realmente tenía ganas de orinar por lo que fui corriendo, nada fuera de lo común hasta que vi una chica saliendo del baño de varones, nos quedamos viéndonos por un par de segundos sin decirnos nada y ella se fue con cara de susto, yo ya imaginaba que había ocurrido en el baño pero no atiné a dejar de correr pues no podía contenerme más, una vez crucé la puerta me di con la sorpresa. Rodrigo estaba dentro, tenía el pene afuera y se estaba masturbado contra el urinario. Yo quedé congelado, no solo por lo que estaba haciendo sino también por su pene erecto.
Todavía lo recuerdo, su miembro era mucho más grande que el mío, por obvias razones no se cuanto medía, pero le calculo unos 17 cm más o menos, sí, su pene era muy grande además de grueso, completamente duro, no estaba circuncidado, tenía la piel abajo y su glande estaba muy rojo, de recordarlo me caliento un poco. La escena fue muy homoerotica, hasta fantasiosa, yo le dije que no debía masturbarse en el baño, Rodrigo sin dejar de masturbarse se rio diciendo que a esa hora todos los profesores estaban en clase y agregó: “¿no viniste hasta acá para verme o sí? Si vas a usar el baño solo hazlo”. No voy a mentir, en ese momento me sentí muy inseguro de sacar mi pene enfrente de el, pero lo hice, era casi ilógico, estaba orinando al costado de alguien que se estaba masturbando como si nada estuviera ocurriendo.
Cuando acabe de orinar volví la mirada a su pene, estaba vez yo estaba más cerca y pude ver en primer plano como se masturbaba mientras gemía un poco. Le volví a repetir que dejara de tocarse pero el me respondió con que le faltaba poco y nadie nunca lo habia pescado, yo sentí culpa de estar ahí con el pero seguí observando unos segundos más hasta que se corrió. En ese mismo momento deje de ser heterosexual, hasta sentí ganas de mamarle la verga, se veía tan rica y jugosa que no me hubiera importado que se viniera en mi boca, aparte de grande también era lechosa, no exagero al decir que soltó dos chorros espesos y bien cargados de semen contra el urinario, luego de eso se la sacudió un rato mientras recuperaba aliento, se lavó las manos y regresó al salón.
Yo no me podía creer todo lo que había pasado y al darme cuenta yo ya estaba erecto. Pensé en masturbarme igualmente pero iba a ser demasiado sospechoso, por lo que me lavé las manos y volví a clases, ese mismo día me entere por el mismo Rodrigo que la chica que vi saliendo del baño era una de sus “amigas cercanas” y se la había estado mamando hasta que él se confundió con nombre al gemir, es por eso que ella lo había dejado a medias y también es por culpa de ella que estuve obsesionado con el pene de Rodrigo por casi un año.