Buenas anones, les voy a contar una anécdota que es bastante larga, pero voy a actualizar si les gusta.

Esta historia comienza en primaria, cuando conocí a mis vecinos. Les llamaremos Carlos y Alejandra. Carlos era de mi edad y Alejandra 5 años mayor. En ese entonces nuestros jefes trabajaban todo el día y a mi me dejaban en sus casas dónde nos aburriamos de jugar juegos de mesa y ver los mismos capítulos de dragon ball una y otra vez. Carlos y yo estábamos en tercero de primaria y Alejandra en primero de secundaria, entonces a ella le tocaba cuidarnos.

En alguna de todas estas tardes de aburrimiento después de la escuela, estábamos jugando con su teléfono, un black berry azul, que en ese entonces era visto como algo increíble. Pero también nos aburrimos, Alejandra inocentemente propuso que nos tomáramos fotos, empezamos tomando fotos de nuestras manos, de nuestras caras pero la verdad no le veíamos el chiste y entonces Alejandra haciéndose la inocente propone que nos tomemos fotos de "nuestras partes". Carlos y ynos asustamos, pero el aburrimiento nos pegó, especialmente a él. Entonces agarró el teléfono y se lo llevó a la cocina y regresó entre risas, Alejandra le arrebató el teléfono y rápido vio las fotos que se había tomado, incluso mordiendo un poco su labio y burlándose un poco "Caaarloos, nunca te había visto así" dijo.

Entonces dijo que me tocaba a mi y rápido me dio el teléfono. Yo dije que no porque me daba pena. Alejandra me enseñó las fotos de Carlos y después las borró para darme confianza pero me di cuenta que las dejó en la papelera y no las borró completamente. Entonces desconfíe y no quise tomarme nada.


"Pero no borraste ni madres" le dije. Se frustró y dijo que no se las iba a enseñar a nadie, pero le dije que no le creía. Me dijo "¿Cómo te convenzo pues?" A lo que respondí "también tomate fotos pues". Me volteó los ojos y suspiró. Sin decir una palabra se fue a la cocina también y regresó a enseñarnos la foto. Se había bajado a medias el short y las bragas y se alcanzaba a ver su chocho lleno de pelo, cosa que a Carlos y a mi nos sorprendió. Preguntamos por qué tenía tanto pelo y nos dijo que le empezó a salir unos años atrás. Nos enseñó otra foto que se tomó, dónde separaba sus labios con sus dedos y de un momento a otro, se me puso durisima, nunca había sentido algo así. Me calentó tanto y ni siquiera lo sabía. De seguro me quedé con la boca abierta al ver su foto y de un momento a otro me dijo "te toca pues" y me dio su teléfono.